LOS UNOS Y LOS OTROS
La teoría de los unos y los otros se basa en el hecho de que en una sociedad siempre existe un desequilibrio a favor de una fracción.
Este grupo favorecido no precisamente constituye la mayoría, sino que simplemente goza del poder económico y por lo tanto del control de ciertos niveles de influencia que les permite sostener este poder y al mismo tiempo incrementarlo.
Esa estrecha relación que existe en algunos casos podría llamarse ley, puesto que en momentos en que a este grupo se le enfrenta el considerado desfavorecido, no siempre prima la imparcialidad en la administración de la justicia, sino intereses con obscuros orígenes.
Estamos equivocados cuando pensamos que los jueces son absolutamente imparciales. Este concepto no existe, partiendo del principio de que deben condenar a una de las partes, y aunque para ello sea necesaria la aplicación de la objetividad absoluta ante los hechos, finalmente el resultado constituirá un juicio parcial. Que tiene que ver todo esto con el concepto de los unos y los otros. Pues bien, es fundamental, puesto que la objetividad siempre es subjetiva ante los ojos de alguien con criterios diferentes debido a que no existen parámetros universalmente aceptados como para uniformar la interpretación de las leyes. ¿Cómo entender entonces la justicia?. La respuesta se encuentra en la simplificación de los hechos, vale decir, ver las cosas como son, sin entrar en detalles que muchas veces nos alejan de manera intencional de la verdad. Debemos ser capaces de discernir sin influencias, tratando de analizar la situación aislándola, y saber aplicar los elementos que sobre ella inciden para finalmente concluir, lo cual, si seguimos estas normas, será el resultado del sentido común, muchas veces subestimado, pero que está siempre presente.
Dr. Julio Rolón Vicioso
CI 1394379
Este grupo favorecido no precisamente constituye la mayoría, sino que simplemente goza del poder económico y por lo tanto del control de ciertos niveles de influencia que les permite sostener este poder y al mismo tiempo incrementarlo.
Esa estrecha relación que existe en algunos casos podría llamarse ley, puesto que en momentos en que a este grupo se le enfrenta el considerado desfavorecido, no siempre prima la imparcialidad en la administración de la justicia, sino intereses con obscuros orígenes.
Estamos equivocados cuando pensamos que los jueces son absolutamente imparciales. Este concepto no existe, partiendo del principio de que deben condenar a una de las partes, y aunque para ello sea necesaria la aplicación de la objetividad absoluta ante los hechos, finalmente el resultado constituirá un juicio parcial. Que tiene que ver todo esto con el concepto de los unos y los otros. Pues bien, es fundamental, puesto que la objetividad siempre es subjetiva ante los ojos de alguien con criterios diferentes debido a que no existen parámetros universalmente aceptados como para uniformar la interpretación de las leyes. ¿Cómo entender entonces la justicia?. La respuesta se encuentra en la simplificación de los hechos, vale decir, ver las cosas como son, sin entrar en detalles que muchas veces nos alejan de manera intencional de la verdad. Debemos ser capaces de discernir sin influencias, tratando de analizar la situación aislándola, y saber aplicar los elementos que sobre ella inciden para finalmente concluir, lo cual, si seguimos estas normas, será el resultado del sentido común, muchas veces subestimado, pero que está siempre presente.
Dr. Julio Rolón Vicioso
CI 1394379
0 comentarios